“¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en
mi pupila tu pupila azul...”
¿Tu
pupila azul? ¡Menuda empanada!
A
eso lo llamo un ripio al tuntún.
Ni
azul, verde, amarilla o colorada:
la
pupila es más negra que el betún.
“¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?”
Pues
sí, te lo pregunto, ¿pasa algo?
Que
yo para esas cosas no valgo:
incapaz
de meter dos rimas juntas.
“¿Qué es poesía?”… Gustavo, Gustavico,
te
va a caer una somanta palos
como
sigas dándole gusto al pico
con
tantas rimas y ripios malos.
“¿Qué es poesía?”… Éste no tiene
arreglo,
es
el tío más pesao de too el pueblo;
no
se sale de la misma matraca;
como
yo, que sólo ordeño la vaca.
“¿Qué es poesía?”… ¡Ojito, que me
tientas!
¿Qué
es poesía? ¡Y tú a mí qué me cuentas!
Yo,
con este asunto, ya es que me troncho,
¿no
será que me confundes con Foncho?
“¿Qué es poesía?”… ¡Y dale que te dale!
¡Que
eso de mi sesera no sale!
No
me toques más los cataplines:
eso
tú se lo preguntas a Lines.
“¿Qué es poesía?”… ¡Uy, cómo me
contengo!
Vigilar
debo, y no hablar en balde,
que
no me cago en tu rancio abolengo
porque
está aquí la hija del alcalde.
“¿Qué es poesía? Poesía eres tú”.
¡Eh,
quieto parao! Aparca el “I love you”.
A ver
si vas a creer que me gustas.
Pues
a mí, mariconadas, las justas.
“¿Qué es poesía?”… Ya estoy harto del
tema,
no
he conocido un plomo como él.
¡Si
todo este asunto es por un poema
en
una servilleta de papel!
José-Pedro Cladera
Fontenla©

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